Lionel Messi sigue escribiendo la historia en el fútbol estadounidense con su habilidad y arte en el campo. En este fin de semana, en un partido contra D.C. United, el astro argentino se desveló una vez más, anotando dos goles y proporcionando una asistencia que lo lleva a un hito importante: alcanzar las 70 contribuciones directas en apenas 46 partidos de la MLS.
Esta marca es más que solo un récord; es un testimonio de la capacidad del jugador para adaptarse y brillar en un nuevo contexto, después de pasar gran parte de su carrera jugando en Europa. Especialmente impresionante es el hecho de que Messi logre esta hazaña con 24 partidos de diferencia respecto a los rivales más veloces. Para ponerlo en perspectiva, leyendas como Carlos Vela, Sebastian Giovinco, Cucho Hernández, Josef Martínez y Robbie Keane necesitaron más tiempo para alcanzar la misma cifra.
Vea por ejemplo el caso de Vela, que tardó 55 partidos para llegar a las 70 contribuciones directas. Giovinco, otro legendario jugador, necesitó 61 partidos para lograrlo. Hernández, Martínez y Keane llegaron a la marca después de jugar 69 o más encuentros. Messi, por otro lado, ha sido capaz de alcanzar esta cifra en un tiempo recordado.
La velocidad con que Messi ha logrado este hito es un reflejo de su habilidad para comprender el juego y adaptarse a las circunstancias. Su experiencia en el campo se traduce en una capacidad para anticipar los movimientos de sus oponentes y encontrar espacios para crear oportunidades de gol. Su visión y precisión en el área rival también lo han convertido en un pelotero temido por los rivales.
La llegada de Messi a la MLS ha sido un golpe de efecto en el fútbol estadounidense, atraiendo a nuevos fanáticos y aumentando la popularidad del torneo. Su presencia en el campo también ha inspirado a muchos jóvenes jugadores para perseguir sus sueños en el fútbol.
En resumen, la velocidad con que Messi ha alcanzado las 70 contribuciones directas es un testimonio de su habilidad y arte en el campo. Es un hito importante que refleja su capacidad para adaptarse a nuevas circunstancias y brilla como una estrella en el cielo nocturno del fútbol estadounidense.